Emperadores y reyes, todos humanos
Y bueno, terminé mi vuelta turística por el norte de la India. Recorrí: Agra, capital del imperio Mogol que por siglos dominó algunas regiones de la India; Rajastán, el lugar de los Maharajas (reyes), que aunque no tienen poder político aún existen y viven en palacios; y finalmente fui a Mumbai, antes Bombay, la capital comercial de imperio británico en la India.
En esta rápida vuelta por India, reviví la historia reciente de la humanidad. Luchas por el poder, imperialismo, guerras, explotación y demás, de lo cual quedaron fuertes, palacios y templos semi destruidos que millones de turistas visitamos maravillados. Y es que son verdaderamente obras arquitectónicas de admirar, pero no puedo evitar pensar que nacieron principalmente de la vanidad.
Es raro que el monumento más conocido de la India, el Taj Mahal, haya sido construido por instrucciones de un emperador Mogol, y además es algo triste que sea una tumba, es decir que nadie vivo lo haya podido disfrutar. Dicen que es la demostración más grande de amor de un marido a su esposa preferida, pero yo no puedo evitar lamentar que haya tenido que esperar a que muriera para construirlo. Pero más triste aún, es que el emperador que construyó el Taj Mahal haya terminado encarcelado por su propio hijo, quien además mató a sus hermanos mayores para tomarse el poder. El último deseo del padre, fue tener vista al Taj Mahal.
También he reflexionado sobre el rol que la mujer ha cumplido en la historia de la India, el cual nuevamente es un reflejo del resto del planeta. Las mismas construcciones estaban hechas para mantener a las mujeres escondidas, pues como eran de propiedad del Maharaja o emperador, nadie más las podía ver. Es más, los hombres que las transportaban en una silla con ruedas por los palacios (pues sus joyas y vestidos eran tan pesados que no podían caminar), eran hombres castrados! Pero sobre este tema de la mujer, así como sobre las distintas religiones que he venido conociendo, quisiera seguir escribiendo más adelante, así que no quiero dedicarle más espacio en este momento.
Comparto estas reflexiones, no con el ánimo de criticar, ni de fomentar una visión negativa sobre la India o sobre los seres humanos y nuestra historia. Comparto estas reflexiones porque a mí personalmente me ayudan a entenderme como humana y como mujer, y también a escoger quién quiero y quién no quiero ser.
El mundo de hoy es ciertamente más civilizado que hace algunos siglos. Pero con seguridad tenemos un enorme camino por recorrer. Y bueno, acá estoy ahora en un ashram, al lado del Ganges y del Himalaya, tratando de descifrarme un poquito más. Tratando calmar mi mente y de hablar más despacio. Tratando de hacer algo con la frase que oí esta mañana: “si quieres hacer de este mundo algo mejor, empieza desde adentro”. Vamos a ver si lo logro…