Gratitud
En medio de tanta conmoción, parecería inapropiado dar las gracias. Pero quiero pensar que esa es precisamente la mejor medicina para estos días de miedo y polarización. Quiero pensar que agradecer nos ayuda a reconocer que en realidad somos uno y que no estamos separados. Quiero pensar que agradecer nos ayuda a ver que, más allá de las confrontaciones, todos queremos lo mismo y estamos luchando para alcanzarlo, de la manera en que cada uno sabe.
Por eso hoy, aun cuando el día de acción de gracias no es parte de nuestra tradición en Colombia, quiero aprovechar para dar las gracias. Y no solo para darlas, sino lo que es más importante, para sentir gratitud.
Incluso, quiero retarme a sentir gratitud por lo menos obvio, que es la situación que vivimos en Colombia por estos días. Gratitud porque los colombianos nos sintamos empoderados para pedirle más a la vida, a nuestro gobierno, a las instituciones públicas, a nuestro ejército, a nuestra policía, a nuestro vecinos y a nuestros familiares. Gratitud también por la valentía que de quienes se han manifestado pacíficamente en búsqueda de sus sueños y han sabido demostrar que la paz se lleva por dentro y que la violencia solo trae más violencia.
Esto seguramente va a ser polémico, pero quiero atreverme a sentir gratitud por aquellos que han infundido temor y han destruido los bienes que son de todos. Porque aunque no se lo propusieran, nos ayudan a ver que eso no es lo que somos ni lo que queremos. Nos ayudan a unirnos en torno a lo que es real, y es que todos queremos un mejor país para vivir y para compartir.
Todavía más raro aún, quiero sentir gratitud por el miedo que he tenido. No porque lo haya disfrutado, sino porque me ha invitado a recordarme que el miedo no me domina ni me determina. Que en realidad soy libre de pensar, sentir, decir y actuar como yo lo elija, sin dejarme capturar por los aparentes desacuerdos a mi alrededor.
Finalmente, así como Violeta Parra y Mercedes Sosa, quiero dar gracias a la vida, que me ha dado tanto. Hoy entiendo, más que nunca antes, que el sentido de mi vida está muy ligado a la existencia de los otros seres humanos y a las relaciones con ellos. Así que gracias a todos los seres que habitan este planeta por existir, por enseñarme todos los días algo más sobre mí misma y por invitarme a ser mejor persona.
Pido disculpas si mi posición hiere a alguien, pues esa no es mi intención, pero espero que si esto les genera rabia, se sientan también agradecidos por atreverse a leer voces distintas, que invitan a la unión y no a la separación. Gracias a ustedes también.